La nariz, como el resto del cuerpo, cambia a medida que envejecemos. La piel de la nariz cambia, se vuelve más fina y, dependiendo de la genética y de los cuidados que la persona haya tenido a lo largo de la vida, también puede sufrir cambios como pecas y manchas, pudiendo incluso desarrollar tumores cutáneos malignos y benignos.
En cuanto a la forma y el soporte de la nariz, también cambia porque con los años los ligamentos y las estructuras de soporte se vuelven más frágiles. Con esto principalmente la punta tiende a caer y alargarse, incluso dando la impresión de que la nariz aumenta con el tiempo. Con la caída de la punta, las alas nasales también pueden sufrir un pequeño cambio y ensancharse discretamente.
En cuanto a la parte funcional, la nariz también puede cambiar, pero en general no es algo acentuado. La misma angulación y forma de la punta tienen que ver con la respiración y con la válvula nasal, por donde pasa el aire cuando se inspira. Por lo tanto, una punta más caída con menos apoyo puede comprometer un poco la respiración.
Las técnicas modernas de rinoplastia tienden a sujetar la nariz para que mantenga su posición a lo largo del tiempo y no sufra los cambios del envejecimiento.
DR. PAOLO RUBEZ: Cirujano Plástico egresado de la UNIFESP, es miembro de la BAPS (Asociación Brasileña de Cirujanos Plásticos), de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS), de la Sociedad Americana de Cirugía Plástica (ASPS) y de la Sociedad de Cirugía de Migraña de la Estados Unidos. .
