Las hormonas son parte muy importante de varios procesos en nuestro cuerpo, ya que actúan regulando la presión, el hambre, la libido, entre otros sistemas biológicos. Por eso, cuando algo no va bien, sentimos algunos síntomas, entre ellos el cansancio, el desánimo y la falta de memoria.
Tiroides: La tiroides, glándula encargada de producir hormonas responsables de diversas funciones en nuestro cuerpo, es el mayor «villano» cuando se trata de malestares, falta de concentración e incluso depresión. Condiciones como el hipotiroidismo, una caída en la producción de hormonas, cuya causa principal es la tiroiditis de Hashimoto (una enfermedad autoinmune en la que el cuerpo ataca a la propia tiroides), afectan directamente la concentración, la memoria y las prisas del día a día.
Sin embargo, a partir de exámenes como ecografía, dosificación de hormonas, como TSH, T3 libre, T4 libre, anticuerpos antitiroideos, además de los síntomas que refiere el paciente, es posible llegar a un diagnóstico e iniciar el tratamiento.
Vitamina D: La vitamina D es esencial para múltiples funciones en nuestro cuerpo, incluido el sistema nervioso central. Por eso, cuando se encuentra en cantidades bajas, también provoca malestar, cansancio y desánimo. Algunos pacientes, a raíz de los síntomas, creen tener alguna alteración tiroidea, pero al realizar las pruebas manifiestan falta de vitamina D.
Cortisol: El cortisol bajo es un factor que, a pesar de ser raro, provoca cansancio, fatiga, depresión e indica que el paciente puede tener la Enfermedad de Addison. La fatiga suprarrenal, una condición mencionada por algunos expertos, en realidad no existe.
Hipoglucemia: Hay que tener cuidado con las dietas sin control profesional, ya que la hipoglucemia puede desencadenar síntomas como cansancio, flacidez, temblores y desmayos. En este sentido, es importante incluir en la dieta proteínas y grasas buenas, por ejemplo, oleaginosas: almendras, castañas, entre otras.
Menopausia: En el climaterio, la mujer ya empieza a sufrir los cambios hormonales que preceden a la menopausia. Durante este período, los estrógenos, la progesterona y la testosterona descienden, provocando síntomas como disminución de la libido, malestar y falta de energía. Por lo tanto, lo mejor es que la paciente busque ayuda médica para, si es posible, someterse a un reemplazo hormonal y mejorar su calidad de vida.
Maria Fernanda Barca, especialista en Endocrinología, Doctora en Endocrinología por la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo. @dra.mariafernandabarca