Hace unos años, cuando hice mi residencia en dermatología, los estudios decían que la dieta no tenía nada que ver con el acné. Sin embargo, como siempre, ¡la clínica es soberana! Y si algún paciente reportaba relación de algún alimento con la aparición de un mayor número de lesiones de acné, le aconsejábamos que tratara de evitar dichos alimentos (dulces, grasas, maní, entre otros).
Con el tiempo, observamos que los estudios estaban “mal hechos” y se malinterpretaban sus resultados, porque de hecho, existe una relación entre los alimentos ingeridos y la aparición de acné.
En estudios recientes, “bien hecho”, se ha comprobado la relación de la leche y sus derivados con la mayor aparición de acné. Es importante decir que la aparición del acné presenta una predisposición genética, por lo tanto, solo las personas propensas tendrán lesiones con un consumo exagerado de ciertos alimentos.
El exceso de leche puede estimular la actividad hormonal, la inflamación, la producción de sebo y la proliferación de bacterias que están directamente asociadas con el acné.
Algunos tipos de proteína de suero se derivan de la proteína de la leche y por ello pueden causar o empeorar el acné en personas predispuestas. Hay estudios que señalan al suero de leche como un importante factor de influencia del acné resistente. Por ser rico en IGF-1, una hormona similar a la insulina 1, puede aumentar la producción de sebo e influir en la aparición o empeoramiento del acné.
DR. PAOLA POMERANTZEFF: Dermatóloga, miembro de la Sociedad Brasileña de Dermatología (SBD) y de la Sociedad Brasileña de Cirugía Dermatológica (SBCD)