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¿Qué suplementos tomar en invierno?

¿Qué complementos tomar en invierno?

Con la llegada del otoño y el invierno , somos más susceptibles a las infecciones, especialmente a las que afectan a nuestras vías respiratorias -como la gripe, por ejemplo-.

POR QUÉ NOS ENFERMAMOS MÁS EN INVIERNO

Además de permanecer más tiempo en lugares cerrados, donde hay más circulación de microorganismos, el aire más seco reseca las mucosas de la nariz y la boca, facilitando la penetración de virus y bacterias. “Estos aspectos no requieren la necesidad de usar suplementos, siempre y cuando se mantenga el equilibrio en el medio ambiente. Tener buenos hábitos (como comer bien, hacer actividad física diariamente, no fumar, no beber, manejar el estrés) hacen una gran diferencia en tu salud no solo en invierno, sino siempre”, dice Cristiane Coelho Ognibene , nutricionista.

Sin embargo, algunas personas no pueden comer adecuadamente o tienen una mayor preocupación, necesitando algún tipo de suplementación que pueda fortalecer la inmunidad.

QUÉ COMPLEMENTOS TOMAR EN INVIERNO

  • Vitamina C:

“La vitamina C es la más importante de todas y, al mismo tiempo, es la que menos se consume en invierno porque la vitamina C está muy presente en las hojas crudas, tomates, brócoli, jugos de cítricos, tendemos a disminuir el consumo de hojas verdes crudas, jugos porque hace más frío”, dice Angélica Grecco , nutricionista del Instituto EndoVitta. Esta vitamina se encarga de proteger las células frente al daño causado por los radicales libres, gracias a su función antioxidante.

Sabrina Theil , nutricionista, señala otros nutrientes importantes para el invierno:

  • Hierro:

El hierro es un componente de varias proteínas, incluidas las enzimas, los citocromos, la mioglobina y la hemoglobina. Su función es actuar sobre el metabolismo energético de las células y fortalecer los organismos de defensa en la inmunidad. Las mejores fuentes de este mineral, por tener una mayor proporción de hierro hemo, son las carnes, especialmente las rojas y las vísceras (hígado, riñón y corazón).

  • Zinc:

El zinc es esencial para el crecimiento, el desarrollo y la función inmunológica. Participa como parte integral de enzimas antioxidantes como la superóxido dismutasa, importante en la lucha contra los radicales libres. La carne, los cereales y los cereales integrales son alimentos ricos en zinc.

  • Vitamina A: 

La vitamina A cumple varias funciones, siendo importante para la visión, la expresión génica, la reproducción, el desarrollo embrionario, la diferenciación de tejidos, la defensa antioxidante y la función inmunitaria. La vitamina A preformada (retinol) se encuentra de forma natural en los alimentos de origen animal, mientras que los carotenoides, que se convierten en vitamina A en el organismo, están presentes en los aceites de naranja, las frutas y las verduras.

  • Vitamina D:

Mucho más allá de la salud ósea, esta vitamina es esencial para reducir el riesgo de enfermedades que afectan las vías respiratorias e infecciones que afectan el sistema inmunológico. Se sintetiza a través de la exposición al sol porque su concentración en los alimentos es muy baja. Como las personas hoy en día, en general, están poco expuestas al sol sin el uso de protector solar, esta es una vitamina que debe complementarse cuando sus niveles son bajos.

  • Vitamina E:

Es un importante antioxidante, capaz de modular las funciones del sistema inmunológico. Actúa en la lucha contra las enfermedades infecciosas y controlando el estrés oxidativo. Los alimentos ricos en vitamina E incluyen aceites vegetales, semillas oleaginosas (nueces, almendras, castañas) y aguacates.

  • Selenio:

Componente importante del sistema antioxidante, protege al organismo frente al estrés oxidativo, desempeñando un papel clave en el funcionamiento del sistema inmunitario. Las fuentes principales son las nueces de Brasil, los champiñones y los aguacates.

  • Omega 3:

La suplementación con omega 3 puede ser interesante ya que tiene un efecto protector frente a las infecciones de las vías respiratorias al reducir la entrada de partículas virales en las células, como el SARS-CoV-2.

La suplementación se puede tomar sin prescripción médica, pero lo ideal es ser guiado, ya sea por un médico o un nutricionista para que se haga de la forma correcta, evitando la sobredosis. Las vitaminas que se ingieren en exceso normalmente son excretadas por el organismo, pero lo ideal es que esta suplementación se haga con orientación médica o nutricional.

Fuente: https://boaforma.abril.com.br